Yo sueño con esos labios,
que revolotean traviesos en tu boca
Juego a imaginarlos,
perdidos en mi piel
Observo el beso que palpita en ellos
y, por unos instantes, creo
que no son más que una ilusión formada
Se detiene el aire
y, al observarlos,
me impulsa el deseo a morderlos
Sin embargo, están prohibidos
y, aunque muera,
sé que no puedo rozarlos
Esto es de Bécquer. !Aaaaah¡ ¡Es tuyo! !Jo¡ No me había dado cuenta.
ResponderEliminarLalo