¿Te atreves a soñar?

jueves, 21 de noviembre de 2019

Los días nevados


Tendría que darse prisa si quería llegar antes de que desapareciese la nieve. Sabía que la estaba esperando para dar largos paseos por el páramo. Los dos debajo de un chaquetón grueso, una bufanda y un gorro ruso. Lo del gorro ruso era imprescindible, porque se lo habían comprado juntos en Moscú a casi veinte grados bajo cero y les traía buenos recuerdos. Crujiría la nieve y con suerte escucharían despertar a los pájaros. Hacía años que se habían prometido pasear los días nevados. Solo los días nevados. Y con el gorro ruso. El gorro ruso era lo único que les quedaba.

miércoles, 26 de junio de 2019

Los primeros rayos de sol


Me esperabas con los pies descalzos al sol. Te habías recogido el vestido para que asomase la piel, que estaba pálida de tanto invierno.

—Hace un buen día —dije.

Aplastaste la hierba para que me sentase a tu lado.

—No me viene bien el sol —me disculpé.

—Entonces quítate los zapatos.

Tú tenías esas ideas graciosas. Me los quité.

—Y ahora, túmbate. Cierra los ojos.

Los cerré.

Imaginé que lo decías para darme un beso. Esperé. Quizá querías que antes esperase.

—¿Ya?

Te reíste.

—Vamos, levántate. Empieza a refrescar y pronto se hará de noche.