Querida amiga,
Espero que estés bien. Ante todo
eso: que estés bien. Que el tiempo no haya arañado tu piel demasiado profundo y
que tu corazón continúe en su sitio. Espero que tus sueños, esos que me
contaste una vez, continúen creciendo, y que no se hayan secado. Porque no es
fácil mantener ilusionada a la ilusión cuando despiertas, cuando te das cuenta
de que los años pasan para todos y que no eres invencible, ni inmortal, ni
tienes súper poderes.
Nuestros sueños tienen que
aprender a ser amigos de la realidad, y tú sabes que eso no es sencillo. No es
imposible, no, bien lo sabes, porque siempre uno trata de pisar al otro y eso
crea rencillas que nos acaban sacando las lágrimas.
¿Qué fue de ese amor del que me
hablabas? ¿Qué fueron de esos ojos que te arrancaban suspiros y de esas manos
que nunca sabían si tomar las tuyas? Siempre fuiste un poco romántica. Me
gustaba cómo describías a tu pareja ideal y cómo te entretenías en los
detalles, asegurando que eran lo más importante. Un lunar, una peca, un color,
una sonrisa... Tú eras de esas que tenían excusa para amar. Ojalá sigas amando,
pero amando con locura, de verdad.
El tiempo pasa muy rápido, así
que no trates de detenerlo. Entrena todos los días para seguir con aliento su
carrera. Entrena aunque te tropieces. Nos quedan muchas caídas más y eso no
importa. Aprende y vive. Grita también. Deja de pensar tanto en cómo puedes
resolverlo, y hazlo. Te he visto solucionar problemas gordos y, aunque los que
vengan sean peores, yo creo en ti.
Por mi parte, ya sabes cómo me
va. Estoy aprendiendo todos los días a vivir.
¿Te sorprendes de que te escriba?
Muchas veces pienso hacia atrás y me río de nuestros juegos, de nuestras risas,
de las aventuras de la niñez y su inocencia. No te sorprendas. Desde que nos
dijimos adiós en el último curso, he esperado que todo te fuera bien. No
importa que no fuéramos amigas inseparables. Éramos amigas, y eso ya es muy
grande.
Y como dices en otra entrada: una amiga, un tesoro!
ResponderEliminarGRANDE Blanca!!