El otoño es mirar por una rendija mientras la naturaleza se desviste. Contener la respiración con el corazón latiendo en la cabeza. Desfilar los dedos por los labios y luego por el cuello.
El otoño es saber que es consciente de que estamos observando. Mientras se quita una prenda, y otra, y las hojas caen ligeras. Miramos... y nos deja.
El otoño es enamorarse, o darse cuenta. Estremecerse en el pasillo, sentir las piernas endebles, los ojos vidriosos, el corazón deshojado. Al desnudo. La ilusión y el deseo encendidos. Fuego.
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