¿Te atreves a soñar?

viernes, 24 de junio de 2011

¿Una sociedad donde "todo vale"?

Hoy, de pasada, oí una conversación que me llamó la atención. Había surgido el tema con motivo de la celebración de la noche de San Juan, pero acabó derivando, como no podría ser de otro modo, en el comportamiento de los jóvenes.

Una de las mujeres hablaba con nostalgia, pero sin disimular la repugnancia que le suscitaba la actitud de la juventud. Unos cuantos comas etílicos, absoluta falta de respeto al tratar con la autoridad, relaciones viciosas entre personas del mismo o distinto sexo... ¿Cómo la sociedad había degenerado hasta tal punto? No lo podía comprender. Criticaba que el aburrimiento lo contrarrestaban con el vicio, que el alcohol era complementario de la sangre y que los gritos era el único modo que tenían de destacar sobre el resto.

Su amiga asentía con cada una de sus palabras. Estaba de acuerdo y compadecía a las mujeres solteras. Cuando había dejado su anterior relación empezó a salir y se espantó de lo que hasta entonces había ignorado. La vida no era hermosa si no se compartía con una copa y algunos ligues. La dignidad había sido sustituida por un "todo vale" espeluznante. ¿Qué más daba una mujer que otra? Un día pruebo unos labios... y a los pocos los cambio por otros.

Entre las dos repasaron diversas escenas que habían observado y agradecieron tener pareja. "Ya no es lo mismo salir a las tres de la mañana. Ahora sólo hay gente borracha y desorientada que busca el placer sin importar las consecuencias".

Yo escuchaba en silencio. Era cierto todo lo que habían dicho. La sociedad del consumo nos incita incluso a vender nuestra dignidad a cambio de diversiones pasajeras. Claro que el vicio, en muchas ocasiones, lo presentan como una forma de llenar el vacío, pero no siempre ocurre así. La educación y los valores humanos aún no se han extinguido y nunca es correcto generalizar. Aún así, comprendo la tristeza de quienes se ahogan en ese pozo oscuro por falta de un brazo del que agarrarse. Tal vez algunas de nuestras palabras, o nuestra misma actitud, podría haber sido el ancla de quienes pierden el sentido de la vida. Es inútil buscar la felicidad donde se desprecia la conciencia, pero no hay que despreciar tampoco a quienes insisten en el "todo vale". Quizá algún día se den cuenta del error... ¡y qué desgraciados se sentirán entonces!

2 comentarios:

  1. Buen artículo =)

    Yo creo que se puede disfrutar de esas diversiones pasajeras sin renunciar a la dignidad. Cambiar, variar -en ese tema o en otros- con honor, sin desviarte de ciertos principios que hacen pasar hechos perfectamente aceptables a caminos de perdición. Pero tampoco pido que una sociedad educada décadas atrás pueda entenderlo, más que nada si no quiere. Cada uno es producto -no hablo de bueno, ni de malo- de su tiempo.

    Un saludo. Te dejo aquí mi blog por si quieres echarle un vistazo www.leondeflandes.blogspot.com, y sigue escribiendo. Hoy en día, aunque lo parezca, no somos muchos.

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  2. Tu articulo me ha recordado muchísimo a la gente con la que normalmente me junto.
    Me a encantado, además de estar muy bien escrito.
    Saludos!
    -Alex.

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