¿Te atreves a soñar?

sábado, 4 de marzo de 2017

El monje niño


Lo último que viste de aquel país era una hilera de niños monjes. Caminaban uno detrás de otro abrazados a un cuenco negro. El más pequeño se descolgó del grupo y al romper la línea, los demás se paralizaron. Miraron en silencio cómo se dirigía hacia ti.

Tenía los labios prietos, la cabeza rasurada, los ojos nublados. Dejó en el suelo el recipiente donde los fieles habían guardado la que sería su comida y se detuvo con los brazos caídos.

No dijiste nada, pero estuvisteis por lo menos cinco minutos conectados. Luego el niño recogió el cuenco y regresó. No giró la cabeza cuando reanudaron el paso. Tampoco volviste a saber de él, por supuesto. Desaparecieron sus túnicas rojas y alguien te dijo que había arrancado el autobús.


SQ


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