¿Te atreves a soñar?

lunes, 20 de marzo de 2017

Morat y mil ilusiones


Morat comenzó provocando. Despertó los primeros acordes detrás del telón negro de la sala Zentral de Pamplona mientras más de mil personas levantaban sus teléfonos móviles. 

¿Alguna vez habéis visto el rostro de la felicidad? Todas aquellas sonrisas, las miradas cómplices, los gritos... Se podría decir que, más que mil personas, eran mil ilusiones reunidas.

Imaginé la energía al otro lado de la cortina, a los cuatro músicos sintiendo sus instrumentos a solas, y pensé que solamente por ese comienzo había valido la pena. Era emocionante quererse a ciegas.

Y comenzó el vicio. Al principio un poco en frío, en seguida un grupo entregado. Me dijeron: "Mira a esa niña qué mona". Y vi a una niña de seis años sobre los brazos de un hombre cantando cada una de las canciones como si rezase en voz baja.

Luego miré hacia arriba y vi a los demás niños agolpados en el cristal de la segunda planta. Me pareció bonito que Morat reuniese ilusiones de todas las edades. Aquella noche no se cumplían solamente cuatro sueños. 

Una vez les dijesen que 'Cuánto me duele' no sonaría en la radio. ¡Ja! -exclamé-. Menos mal que no lo creyeron, porque cuando suena esa canción en la oficina, nos miramos con una sonrisa y decimos: "Qué bien que tenemos a Morat". Y entonces no importa si llueve o tenemos un mal día. Por cuatro minutos somos pura ilusión.

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