Hay películas que son capaces de
mantenerte en el asiento hasta que se encienden las luces, como
“Pastel de pera con lavanda”. Un filme francés de nombre
irreproducible que te devuelve las ganas de sentir la vida. Tiene la
delicadeza propia de un poema, que se convierte en ternura con la
frase final: “Basada en un cuento de hadas real”. El punto y
final que envuelve una historia de amor y lucha que poco tiene que
ver con la típica comedia romántica. Quizá porque el protagonista
“no es normal”, o porque los versos son sobre el amor hacia la
vida y no solo hacia una persona. Magnífica, sin duda, en la banda
sonora, en la fotografía y en la mirada del espectador, pues desvela
lo que a veces perdemos de vista, que vivimos en un milagro. Un
milagro vislumbrado en las nubes, las flores, el sol, la risa, el
tacto... o en un pastel, un sencillo pastel de pera acompañado de
lavanda.
PD: No veáis el tráiler, no termina de corresponderse con la película.
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