¿Te atreves a soñar?

miércoles, 23 de octubre de 2013

¿Cuál es el problema del cine?

Una tropa de gente y la sensación de que no cabríamos todos en el cine. Una cola que serpenteaba por el local y la calle, que se amenizaba por la emoción de comprar una entrada con 2'90 euros. Cientos de cabezas, miles de conversaciones. Una muchedumbre entusiasmada y unos empleados ajetreados pero sonrientes. ¿Es la calidad de las películas, la piratería o el precio habitual del cine lo que, de normal, mantiene en coma sus salas?
No recordaba una demanda semejante desde hace bastante años, ni siquiera en los estrenos más populares. Parecía una discoteca en plena semana laborable. Una fiesta de salas oscuras, olor a maíz tostado, conversaciones alegres, ilusión y arte. Supongo que los personajes de las películas se sentirían orgullosos, honrados, crecidos, valorados. Artistas de cine. Por fin, artistas de cine.
Una explosión feliz que, sin embargo, me acabó produciendo rabia. Ayer fui al cine, hoy iré otra vez. Si tuviera más horas, exprimiría esta oferta de 2'90 euros/película en dos o tres sesiones más. Y como yo, tanta gente, tantos románticos -porque aquellos días de citas en el cine han quedado muy lejos-, tantos amigos, tantas familias, tantos aventureros; tantos.
Después de estas reuniones de multitudes, después de que el cine pareciese un hormiguero de miradas brillantes, ¿de verdad que el problema son las personas?  

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