Hoy te vi caminar delante de mí. Recorriste el
pasillo, luego subiste las escaleras y enfilaste nuevamente un corredor (todo
esto sin darte la vuelta). Yo te seguía muy de cerca, sorprendida de
encontrarte en un centro comercial de Madrid cuando estabas en Londres.
Me aventuré a tu destino aunque llegase tarde a mi
cita. No podía quitarme de la cabeza que habías vuelto. Dejaste de caminar
delante de mí y pasé yo a caminar detrás tuya. Espérame, que ya llego. Parecía
que tenías prisa.
Entonces te volviste, como si alguien hubiese gritado
tu nombre (juro que no fui). Sonreíste y levantaste un brazo. Esperaste a
alguien que ya llegaba y yo continué hacia delante, ahora caminando delante de
ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario