¿Te atreves a soñar?

martes, 27 de noviembre de 2012

Cuando se acerca diciembre

Te escucho. Sí, escucho cómo te revuelves y cómo resbalas y cómo salpicas al tropezar. Escucho tu grito sumiso cuando te partes y te traga la tierra. Te despide un coro monótono de lluvia y el palpitar de las hojas que has besado. Pero la gente corre con las manos en la cabeza y los pensamientos en otra parte. Chapotean y se alejan, y se acercan otros que se van.
Escucho cómo burbujean las entrañas de la tierra, por debajo de todo ese verde brillante, y al caracol que se recoge y a la hormiga que desaparece detrás de la araña.
El viento barre la alfombra roja del otoño y los primeros copos de aguanieve velan las ramas desnudas de los árboles. Las aves se sacuden el frío y se arrebujan en los nidos que pronto quedarán vacíos.
Y huele a castañas y a invierno, porque siempre huele de ese modo cuando se acerca diciembre.

6 comentarios:

  1. Me ha gustado un montón. Muchos besitos Blanca, sepas que te quiero mucho. ¡Hasta pronto!

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  2. Estoy segura d que me repito,pero es que eres capaz de darle categoria de acontecimiento a cualquier cosa que cuentes,por insignificante que sea y eso me parece precioso....y dificil.Muchos besos.Pepi

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    1. jajaja Bueno, ya no podría continuar sin tus comentarios... Me dan mucha fuerza.
      Muchos besos, Pepi.

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  3. Maria Isabel García Sánchez29 de diciembre de 2012, 19:16

    Con que pocas palabras y de qué forma tan preciosa describes momentos y detalles cotidianos en los que no reparamos normalmente. Eres un encanto con mucho talento. Que Dios te bendiga Blanca.

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    1. Muchísimas gracias. Me alegro de que hayas disfrutado con esta observación de los primeros pasos, siempre tímidos, del invierno.
      Todos esos tesoros están ahí, a nuestro alcance, y son valiosos porque nos enamoramos de ellos.
      Un abrazo muy fuerte, MªIsabel.

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